domingo, 22 de abril de 2007

"Te quiero" en la sinagoga

-“Pero...”
-“Sé que no es de gusto de nadie,
Pero la amo más que a nada.”

Sus cabellos son tallos de espinas,
Pero no te cansaras de jugar con ellos,
Nunca.
La sangre que brotará de tus manos será como ella.
Intensa, encendida, pasional...
Brotará en un momento y en un momento se irá.

-“Vaya. ¿Y no la temes?”
-“No. Más que temerla... La odio con toda mi alma”
-“¿Entonces...?”
-“¿No lo entiendes?”
-“¿Sinceramente? No.”
Su máscara es bella y nacarada y no le deja respirar.
Y en el momento en el que se te ocurra quitársela
-“¿No has escuchado nunca eso que del amor al odio hay sólo un paso?”
-“Sí claro...”
-“Pues eso. No es el mismo amor que el que se le tiene a una madre o a un amigo.”
-“Amigo, no te explicas bien...”
-“No es tan fácil. Me entenderías si la conocieras.”
-“¿Y por qué no me la presentas?”
-“¿Estas seguro de querer conocerla?”
-“...”
-“Vale, como quieras.”

Un muchacho enamorado sale de la sinagoga.
Dentro su amigo se desangra feliz, y cierra los ojos para siempre.
Acaba de encontrar su nuevo amor,
Un amor llamado ..... .

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